Se estima que más de 850 ocupaciones se desempeñan dentro del Canal de Panamá, muchas de las cuales no se encuentran en ninguna otra empresa.

 

Adiestramiento, elemento clave

 

El nuevo enfoque del Canal de Panamá hacia los negocios que diversifiquen las fuentes tradicionales de ingreso y agreguen valor a la ruta interoceánica obliga a invertir en el desarrollo del capital humano.

 

Para mantener el equilibrio profesional y personal la ACP invierte millones de dólares en la capacitación y el adiestramiento de sus trabajadores.

 

Con el objetivo de cumplir el gran reto de operar el Canal ampliado, prácticos, capitanes, personal de las nuevas esclusas de Cocolí y Agua Clara, remolcadores y otros colaboradores se preparan a través de un proceso de entrenamiento.

 

Se estima que unos mil colaboradores de la ACP serán capacitados para iniciar las operaciones del Canal ampliado. Tras cumplir esta primera etapa, los cursos se estandarizarán y continuará el adiestramiento a otros colaboradores.

 

El aprendizaje de los prácticos se complementa en los simuladores matemáticos visuales en el Centro de Simulación, Investigación y Desarrollo Marítimo (Sidmar) y en el Centro de Maniobras con Buques a Escala, ubicado en Summit y que fue inaugurado el pasado 23 de marzo.

 

De acuerdo con el capitán Álvaro Moreno, secretario de Asuntos Laborales de la Unión de Prácticos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), en el caso de los prácticos, una vez el barco llega a la vía acuática se releva al capitán de la responsabilidad del tránsito.

 

“Nuestro proceso de capacitación consiste en varios componentes, uno de ellos son las clases teóricas. Además el adiestramiento que se hace en el simulador matemático en el  Sidmar”, indicó Moreno.

Según el capitán, el plan actual incluye tres días de simulación, además de tres días de la capacitación en el Centro de Maniobras de Buques a Escala.

 

“El componente final van a ser las prácticas en las nuevas esclusas con el buque que la ACP ha fletado”, destacó.

 

Los prácticos han asistido en grupos de cinco, que es lo que permiten las instalaciones y la disponibilidad para que la capacitación sea efectiva.

 

“En el caso nuestro los componentes de la capacitación son el resultado de un acuerdo entre la Unión de Prácticos y la ACP”, agregó Moreno.

 

Este nuevo reto en el Canal ampliado será un trabajo en equipo con los capitanes de remolcador.

 

“El trabajo es diferente en las nuevas esclusas que no utilizarán locomotoras y las maniobras en este caso la debemos hacer con la asistencia de los remolcadores. Es un trabajo similar al que se hace en otras esclusas en Europa y preparándonos para eso, desde hace años hemos estado visitando esos lugares y hablando con los prácticos para aprender de esas experiencias. El reto es hacer  un trabajo diferente y con el objetivo de mantener la eficiencia que hasta el momento ha caracterizado el trabajo que nosotros hacemos en el Canal de Panamá”, recalcó.

 

Compromiso con la fuerza laboral

 

En el informe anual del año 2015, la ACP recalcó que la imagen de la vía acuática depende en gran medida de la identidad de su gente y la cultura corporativa, lo que ha permitido lograr el posicionamiento a nivel nacional e internacional.

 

Destaca este último informe que la ACP ha experimentado grandes desafíos, los cuales ha podido superar gracias al talento y compromiso de su capital humano.

 

Según la ACP, el programa de liderazgo forma líderes, fortalece, perfecciona las habilidades y desarrolla el talento de una manera más completa.

 

Durante el año fiscal 2015 se capacitó a 229 capataces, supervisores y gerentes y 96 líderes en temas de liderazgo personal y fortalecimiento sobre recursos humanos.

 

Además, se contemplan otros aspectos como el desarrollo técnico, la cultura del autodesarrollo, seguridad y salud, evaluaciones de desempeño, relaciones laborales, ética, valores y transparencia.

 

“Sin duda alguna, los colaboradores del Canal de Panamá constituyen el pilar más importante de la vía acuática. El profesionalismo de los mismos, la gestión del recurso humano y la igualdad de oportunidades sobre la base de un sistema de mérito, siguen siendo la clave de una organización de excelencia mundial”, según la ACP.