El próximo año el conjunto monumental de Panamá La Vieja cumple 500 años de su fundación. Esta importante fecha será celebrada desde ahora con una serie de actividades que nos acercarán a conocer mejor la que se considera como la primera ciudad en la costa del Pacífico americano.
Después del descubrimiento del Mar del Sur por Vasco Núñez de Balboa en 1513, el establecimiento de la ciudad de Panamá en sus costas, representa el hecho histórico de mayor importancia para lo que los historiadores llaman la primera globalización: la conquista de todo el continente y la asimilación de Panamá como punto de intercambio de bienes y personas.
Ya lo señaló bien el historiador Omar Jaén en su obra Hacia una historia global, 500 años de la cuenca del Pacífico, “geografía e historia está unidas en Panamá como en pocas partes. Ambas explican mucho de nuestra historia y del porvenir de los territorios y de los pueblos de la cuenca del Pacífico y de mucho más allá, del mundo entero en realidad”.
El reconocimiento de Panamá La Vieja como Patrimonio Mundial por la UNESCO en el 2003, no es más que una confirmación de la importancia que tiene nuestra ciudad para entender el mundo en que vivimos.
Dentro de este esfuerzo hay que destacar la inauguración, hace un año, del Museo Samuel Lewis García de Paredes, ubicado en la Plaza Mayor. En una exhibición permanente titulada Panamá Viejo, donde la ciudad inició, se narra con una museografía completa y didáctica la evolución de la ciudad durante aproximadamente 1,500 años, ayudando a comprender mejor los diferentes momentos históricos: el prehispánico, el colonial y el moderno.
Los antiguos habitantes de la ciudad, Los cuevas, era una población con una compleja organización en la que un cacique y su séquito ejercían el poder político y social; y al mismo tiempo, mantenía contacto con grupos de otras regiones culturales. Comerciaban, se comunicaban y competían entre sí.
La cotidianidad de su cultura de pescadores y agricultores se ve reflejada en sus viviendas de forma cónica y en sus utensilios de barro con diseños zoomorfos de usos domésticos o funerarios. Estas manifestaciones de la cotidianidad nos permiten conocer y valorar ese pasado prehispánico.
Durante la colonia los españoles asentados en la zona del Darién buscaban un mejor lugar para establecerse. Es así como deciden trasladarse a la costa pacífica, con mejor clima y abundante mano de obra nativa.
Pedrarias Dávila es el primero en describirla como “una pesquería en la costa del Mar del Sur, y por pescadores dicen los indios panamá”. Se funda oficialmente el 15 de agosto de 1519 en un llano, sus solares fueron repartidos entre 400 vecinos.
Henry Morgan llega a la costa del Caribe del istmo en enero de 1671 con la flota más grande de barcos y piratas jamás vista y fácilmente llega a Panamá. Es en la batalla de Mata Asnillo donde en un corto y sangriento encuentro los piratas ganan fácilmente a las tropas de Juan Pérez de Guzmán que defendían la ciudad.
El conjunto cuenta con 28 hectáreas en las que se encuentran las ruinas de las principales edificaciones de la época colonial. Restos de conventos, iglesias, hospitales, cuarteles y casas están esparcidos y pueden ser visitados en un recorrido que reconstruye el trazado original de la ciudad.
Para la comodidad del visitante, se ofrece un servicio de transporte con guías que explican los diferentes puntos de interés y en el que las personas pueden ir de uno a otro, bajarse y volver a subirse de acuerdo al tiempo que quieran dedicarle a la ruta.
Otra de las atracciones es subir a la Torre. Una cómoda escalera permita al visitante disfrutar de la espectacular vista de todo el complejo, así como de los manglares que rodean el sitio.
El sitio de Panamá la Vieja, recibe al año cerca de 80 mil visitantes. Es administrado por un patronato sin fines de lucro formado por el Club Kiwanis de Panamá, el Instituto Nacional de Cultura, la Autoridad de Turismo de Panamá, Banistmo y la Fundación Rilemo.
Promueve la investigación arqueológica, la conservación del conjunto monumental, administra el uso público, lo que representa una inversión cercana al medio millón de dólares.
El sitio se puede visitar de martes a domingo entre 8:30 am a 4:30 pm. El costo de la entrada es de $2 para estudiantes, $3.50 universitarios, $5 tercera edad, $10 adultos y $15 extranjeros y no residentes.