¿Por qué se come pescado?
El verdadero ayuno y su significado
Todos los años al llegar la Cuaresma y específicamente la Semana Santa se repite la misma escena, muchas personas quejándose del precio elevado del pescado y los mariscos. TVN-2.com hizo una visita al Mercado del Marisco para verificar la venta y los precios en este concurrido lugar de la ciudad capital. La mayoría de los vendedores dijeron que durante Cuaresma las ventas han sido regulares, aunque para la Semana Santa tiende a aumentar más. Argumentan que en el Mercado del Marisco se encuentra producto fresco y “el precio se mantiene igual para Semana Santa”. Sin embargo, algunos indicaron que si el precio del pescado sube no es porque ellos quieren sino porque escasea el producto. En cuanto a los compradores hay quienes consideran que han encontrado un precio alto en los pescados y mariscos. Además, otros se han preparado con tiempo comprando los frutos del mar antes de la Semana Santa para evitar un costo mayor. Lo cierto es que hay precios variados: corvinata $3.00 la libra, pargo rojo $2.80 la libra, pargo $3.00 la libra, mero $2.00 libra, camarón $6.50 la libra, langostinos $8.50 la libra, entre otros.
Una Tradición
Durante el tiempo de Cuaresma [específicamente los días viernes] y al llegar la Semana Santa, la mayoría de los creyentes católicos evitan comer carnes rojas y las sustituyen por el pescado y otros mariscos. Aunque la Biblia no habla de comer pescado la tradición se ha mantenido en este tiempo como parte de la conmemoración de la pasión y muerte de Cristo. El pescado es uno de los alimentos que más se menciona en las escrituras, he aquí una de las razones por la que muchos creyentes lo asocian a este tiempo.
“Al amanecer, Jesús se presentó en la orilla. Pero los discípulos no podían saber que era él. Jesús les dijo: Muchachos ¿tienen algo de comer? Le contestaron: Nada. Entonces Jesús les dijo: Echen la red a la derecha y encontrarán pesca”, Juan 21,4-6.En Lucas 9, 13-17 Jesús les dice “dadles de comer y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados”, posteriormente Jesús los multiplica. Según el padre David Cosca, de la Iglesia de la Divina Misericordia, la Iglesia Católica propone el ayuno y la abstinencia de ciertos alimentos, “pero la gente se decidió por comer pescado”.